por Laudato Si’ Movement | Oct 29, 2019 | Blog
A lo largo de este año, las comunidades Católicas han esperado con entusiasmo El Sínodo de los Obispos por la región Pan-Amazónica. Durante esta reunión, obispos, religiosos y religiosas, y representantes de la comunidad, incluidos líderes indígenas de la Amazonía, se reunieron durante tres semanas en Roma. Aunque la reunión en Roma ya ha terminado, el trabajo del Sínodo continúa en las comunidades de todo el mundo.
El Sínodo exploró cómo servir mejor a esta región y a su gente a través de las Buenas Nuevas de Jesús, tras su conclusión, los miembros votantes crearon un documento donde se detallan los resultados obtenidos, puedes leerlo aquí. Las sugerencias de los miembros votantes se enviaron al Papa Francisco para su revisión, y él emitirá una declaración final dentro de los próximos seis meses.
El documento de resultados ha expresado los valores principales de nuestra Iglesia de forma creativa para este tiempo extraordinario. Muchos temas críticos fueron nombrados bajo el tema común de conversión: integral, pastoral, cultural, ecológico y sinodal.
Este es un momento kairos para la Iglesia y el mundo. Juntos, hemos reflexionado en oración sobre cómo nuestras relaciones con el Creador, las personas y toda la creación se ven afectadas por nuestras acciones.
¿Qué podemos hacer?
El Sínodo de la Amazonía ocurrió durante un año y medio y culminó en Roma. Su mensaje será escuchado en todo el mundo. Así es como puedes participar.
A lo largo del año, el MCMC ha apoyado el proceso sinodal mediante la organización de una serie de eventos, llamados Amazonía Casa Común, donde se incluyó la preparación de una pequeña guía de reflexión, y una gran cantidad de formas para que los líderes de base puedan participar.
¿Cómo se ha recibido el Sínodo en la Amazonía?
La Amazonía se extiende por nueve países habitados por millones de personas. Una mentalidad extractivista, impulsada por nuestro estilo de vida, ha resultado en operaciones de perforación, minería y agroindustria que han destruido esta región. El Sínodo es un testimonio muy poderoso de la esperanza que nuestra Iglesia ofrece a este bosque vulnerable.
Debido a la esperanza que ofrece el Sínodo, la administración presidencial de Brasil, que ha favorecido la casi duplicación de la deforestación ilegal, así como el aumento de ataques contra las comunidades indígenas, se ha opuesto a este. El gobierno del presidente Jair Bolsonaro incluso ha ido tan lejos como para monitorear la comunicación entre los Obispos de Brasil.
Estas acciones son contrarias a lo que la gran mayoría de los católicos quieren. Una encuesta reciente en Brasil reveló que el 85% de los católicos brasileños creen que atacar la Amazonía es pecado. A través de todo el territorio que abarca la Amazonía, el Sínodo es visto como una luz que ofrece una salida de la oscuridad.
Las palabras de Patricia Gualinga, Directora de Relaciones Internacionales para Kichwa First People of Sarayaku de Ecuador, expresan la esperanza y el coraje de muchas comunidades indígenas amazónicas. Patricia dijo:
Acabamos de concluir un Sínodo que fortalece la lucha de los pueblos indígenas para proteger y defender la Amazonía. Una espiritualidad que conlleva a interculturalizar, a entender mucho más allá de nuestras propias perspectivas. Un Sínodo que nos ha llenado de emoción, también de incertidumbre, pero que acaba de concluir con más del 70% de votación de los obispos amazónicos y de todos los que han estado ahí presentes, bajo la visibilidad también que se ha dado con nuestra presencia como pueblos indígenas y mujeres indígenas. Ha sido una experiencia única.
El Sínodo de la Amazonía es un testimonio de la visión que ofrece nuestra fe. La Iglesia está comprometida a escuchar y dialogar para establecer nuevos caminos hacia la justicia, la paz y el cuidado de nuestra casa común.
Las historias y declaraciones escritas por el Movimiento Laudato Si’ representan el trabajo de la organización y/o de más de un miembro del personal del movimiento.